29 septiembre, 2021
El General Mark Milley testificó ante el Comité de Servicios Armados del Senado y aceptó haber llamado a China sin el previa notificación al presidente Donald Trump. El general defendió sus acciones en un par de llamadas telefónicas reportadas con líderes militares chinos. Milley dijo que sus llamadas eran consistentes con sus responsabilidades de liderazgo. También argumentó que ocho personas asistieron junto con él a su primera llamada del 30 de octubre con sus homólogos chinos y que otras 11 personas estaban en una segunda llamada, el 8 de enero.
Milley comentó: “Sé, estoy seguro, que el presidente Trump no tenía la intención de atacar a los chinos y era mi responsabilidad directa transmitir las órdenes y la intención presidenciales. Mi tarea en ese momento era reducir la tensión. De nuevo, mi mensaje fue coherente: mantén la calma, la calma y calma. No te vamos a atacar “.
Milley continuó diciendo que la llamada del 30 de octubre y el 8 de enero se coordinó con el personal de la oficina del entonces secretario de Defensa Mark Esper y el entonces secretario de Defensa interino Christopher Miller.
Por su parte Christopher Miller comentó ¨No autoricé ni autorizaría tal conducta¨. Miller también dijo que si los “arrebatos histriónicos y la participación anticonstitucional no autorizada en la política exterior resultan ciertos, Milley debe renunciar de inmediato o ser despedido por el Secretario de Defensa para garantizar la santidad del cuerpo de oficiales”.
En su testimonio, Milley dijo que también informó al secretario de Estado Mike Pompeo y al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, sobre sus llamadas.
Pompeo ya respondió a estas acusaciones diciendo que nunca conversó con Milley acerca de realizar ninguna llamada a China acerca de este tema.
La investigación sigue en progreso.